Las llegadas de las estaciones traen cambios medioambientales que pueden afectar nuestro sistema inmune. Por ejemplo, ahorita con la llegada del otoño, hay cambios en las temperaturas máximas y mínimas; normalmente son inferiores a las que se producen durante el verano. Estos cambios estacionales de verano a otoño suelen perjudicar nuestra salud, aumentando el riesgo...